El Pensamiento es la parte energética más sutil, que tiene el ser humano. Igual que la palabra es más sutil que los actos que realizamos, el pensamiento es todavía más sutil que la palabra, se asemeja a los tres estados reconocidos de la materia: sólido, líquido y gaseoso. Uno es más sutil que el otro.
No hay nada en el mundo que no éste compuesto por energía, es la fuente de toda vida y está en cada átomo y funciona como un campo de inteligencia. De acuerdo a las ondas energéticas que transmitan nuestros pensamientos, creamos el bien y el mal, todo procede de la misma fuente de energía fundamental.
Todo es energía. El pensamiento es energía. Trabaja por ondas. Einstein las llamó cuantos y luego esto dio lugar al desarrollo de la física cuántica. Todo pasa primero por nuestro pensamiento antes de ser creado. Por lo tanto donde ponemos nuestro pensamiento, nuestra intención, es donde estamos creando.
El primer instinto de la Realidad Suprema, para la creación de todo lo que existe en el Universo, fue precisamente crear un pensamiento y desde esta base crear los planos donde se basó toda la existencia.
Cuando entendemos que el poder de nuestra mente es infinito, que todo lo creado es a través del pensamiento comenzamos a hacernos responsables de nuestra existencia, a darnos cuenta de que somos los que pensamos. Dirigimos y actuamos nuestras vidas de acuerdo a nuestra baja o alta energía (que no son más que nuestros pensamientos creadores). Así somos lo que pensamos y así nos vamos haciendo, creando.
Por esta razón podemos cambiar nuestra personalidad, nuestras circunstancias e incluso nuestro entorno. Acontecimientos que aparentemente no dependen de nosotros, son modificables con la única ayuda de nuestros pensamientos. Toda energía transforma su entorno correspondiente.
Si concentramos la fuerza de nuestros pensamientos en un objetivo determinado, antes o después lo alcanzaremos. De la nada no sale nada; esa es la ley de la naturaleza. El que nada hace, no puede esperar algo a cambio. Cada acción, por pequeña que sea, da lugar a una reacción correspondiente. En el universo la energía no se pierde, sólo se transforma. La nada no existe, donde se creía que no existía nada, existe lo que se llama campos de torsión, a los que ya he aludido anteriormente. Son campos de información y que proceden del Todo Absoluto-Nada Absoluto, principio y fin de toda la existencia: LA REALIDAD SUPREMA.
Cada pensamiento, al transformarlo en acción va a producir una cadena de acontecimientos que nos afectará tanto a nosotros como a nuestro entorno.
No es la vida la que pone en nuestro camino problemas y dificultades, sino nuestra ignorancia, el modo inconsciente en el que vivimos. Nosotros creamos nuestra realidad.
Debemos entender que todo lo necesario para triunfar en la vida lo llevamos en nosotros. La ciencia ha demostrado, sin lugar a dudas, que el ser humano utiliza sólo una pequeña parte de su infinita capacidad innata, aproximadamente un 10% de sus capacidades y posibilidades totales.
Son realmente impresionantes las altas metas que un pensamiento entrenado y una conducta coherente pueden alcanzar con el control mental y la meditación con visualización creativa.
“La fe mueve montañas” no es un dicho sin sentido, es una realidad que todos podemos alcanzar.
Como ya hemos dicho antes, el pensamiento es energía y la energía la adquirimos con el conocimiento, que a su vez lo adquirimos con nuestra evolución, que nos va a dotar de una frecuencia vibratoria determinada. En una palabra, conocimiento y evolución, van de la mano. Vamos adquiriendo conciencia poco a poco a través de nuestras reencarnaciones, a mayor conocimiento mayor conciencia, y a mayor conciencia más alta será nuestra frecuencia vibracional.
Todo lo que genere nuestro pensamiento al ser energía, producirá una vibración determinada que como tal puede alterar el estado de las cosas o llevarnos a un estado mental y emocional en el que podamos realizar acciones que solo a través del pensamiento, con su fuerza, las podemos realizar. Las posibilidades, van a ir en relación directa con nuestra vibración, con nuestra evolución, con el conocimiento adquirido en el andar por el camino de las múltiples reencarnaciones. Con la conciencia adquirida.
No hay cosa que más daño haga que la ignorancia, por eso el SER desde que inició el camino de la evolución solo hace que aprender y aprender vida tras vida.
Con la evolución, adquirimos el conocimiento que nos va hacer comprender todo lo que nos rodea, El cuerpo humano, el físico, como energía que es, o como central térmica, necesita energía par seguir viviendo, esa energía como todos sabemos la adquirimos de los alimentos, que a su vez en el maravilloso laboratorio que es el cuerpo humano, los transforma en los nutrientes que necesitamos.
En función de cómo estén los diferentes órganos, así emitirán diferentes vibraciones, que le llegaran a los chakras y viceversa. En función de qué energía llegue a los chakras procedentes de los cuerpos no materiales, que a su vez van a desarrollar las energías y vibraciones de acuerdo, como anteriormente os he explicado, de las sensaciones vividas en el físico.
De esta forma, nuestra salud está condicionada a las vibraciones energéticas que recibamos de los cuerpos no materiales, que a su vez se desarrollan de acuerdo al comportamiento humano a través de nuestros sentidos físicos. Por supuesto el conocimiento de cómo funcionan “nuestros cuerpos”, nos va a reportar mayor salud, inclusive yo diría que el completo conocimiento de nuestro SER, nos otorgaría una salud completa y eterna y no necesitaríamos ayuda externa de ningún tipo.
En el sistema energético del hombre, los chakras sirven de estaciones receptoras, transformadoras y distribuidoras de las diferentes frecuencias del «prana». Absorben, directamente o a través de los nadis, las energías vitales de los cuerpos energéticos no materiales del hombre, de su entorno, del cosmos y de las fuentes que son el fundamento de cualquier manifestación, la transforman en las frecuencias que necesitan las diferentes áreas del cuerpo físico o de los cuerpos inmateriales para su conservación y desarrollo, y la retransmiten a través de los canales energéticos. Además, irradian energías al entorno. Mediante este sistema energético, el hombre efectúa un intercambio con las fuerzas que actúan en los diferentes planos del ser, en su entorno, en el universo y en la base de la creación.
Las emociones viajan a través de los distintos sistemas del organismo, que son más físicos, pero se conectan a través de conexiones en los axones de las terminaciones nerviosas de una forma parecida a un mecanismo eléctrico, pues son impulsos de esta naturaleza que comunican entre si las distintas emociones surgidas del sistema hormonal que está conectado a través de los meridianos de acupuntura chinos, o Nadis, con los chakras o centros de energía.
Los pensamientos, a través de los impulsos nerviosos, generan una imagen en el cerebro, que produce una activación de un centro energético o chakra que activa una emoción principal, una glándula endocrina y a través de uno de los sistemas del cuerpo va a un determinado órgano. Todo este mecanismo, ocurre en fracciones de segundo. Las emociones que no se liberan o que no están asimiladas, se bloquean y empiezan a producir una afluencia de tóxicos y bloqueos energéticos que generan molestias y finalmente enfermedades.
A medida que el Ser evoluciona, la comprensión de lo que somos en realidad va en aumento, dotándonos a la parte más burda, la física, del conocimiento suficiente para comprender y sobre todo para sanarlo.
Palabras como: vibración, chakra, energía, cuerpo sutil, etérico, etc., son nuevos adjetivos, conceptos o términos que vamos incorporando sin darnos cuenta, a nuestro vocabulario habitual. Todo ello va en función de una de las siete leyes fundamentales, la de Causa y efecto, ya que no son casualidades. La palabra casualidad es una deformación de la palabra causalidad, CAUSA Y EFECTO. Creo que es debido a que estamos evolucionando y se manifiesta poco a poco con nuevos conceptos a los cuales nos vamos adaptando al comprobar que puede haber nuevas realidades.
A través del pensamiento podemos generar tal energía, que la podemos enviar a cualquier parte del Universo y curar a distancia, lo cual lo he podido comprobar personalmente.
Todo es energía, los mantras de lo orientales en sus rezos y plegarias, no es otra cosa que energía, la vibración que genera la energía producida por unas palabras o sonidos determinados, lográndose efectos que de otra forma no se lograrían.
Somos bidimensionales, en el plano físico y multidimensionales en el plano etérico, con el físico estamos en un sitio y con la mente, solo podemos estar en otro. Pero ¿Dónde está el yo real? ¿Dónde el físico o donde el pensamiento? Yo creo que la mente es la que manda al físico, precisamente por ser mucho más sutil que este. Una forma mental la podemos trasladar al instante a donde queramos, ya que en el momento de cambiar de pensamiento, cambiamos de lugar, solamente podemos mantener nada mas que uno. Haced la prueba.
Nos podríamos estar horas desarrollando todo lo anteriormente expuesto, pero resumiendo: A medida que el Ser evoluciona, no solo va a evolucionar su intelecto, sino que sus reencarnaciones, irán poco a poco siendo mas perfectas, de tal guisa, que sus cuerpos no materiales también serán más perfectos lo que redundará en una emisión/recepción de energías mas sutiles, que dotaran al nuevo cuerpo físico de mayor perfección, en una palabra: CUERPOS FISICOS MAS SANOS Y TODO DEBIDO A UNA EVOLUCION MAYOR Y AL CONOCIMIENTO DE NUESTRO VERDADERO CUERPO.